martes, 13 de noviembre de 2007

Acerca de los Cursos de Nivelación. Documento presentado en 2006 por miembros del equipo del cursillo de Historia

Córdoba, 9 de noviembre de 2006


Al Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades


Ante la aprobación del nuevo marco regulador de los Cursos de Nivelación de nuestra Facultad y en nuestro carácter de miembros del equipo del Curso Nivelación 2005 - 2006 de la Carrera de Historia, manifestamos que:

-Rechazamos el nuevo “programa” en su conjunto, por las modalidades laborales que viene a sancionar, por ser académicamente inaceptable e impracticable y por la forma inconsulta y verticalista en la que fue elaborado y quiere ser impuesto.

En lo relativo al primer aspecto, contra lo que ha sido la demanda recurrente en el sentido de la regularización de la situación de los docentes involucrados en el dictado del curso, la presente normativa da formas legales a la separación de los docentes de la institución mediante el régimen del contrato. Evidencia, con esto, que lo aplicado a la totalidad de los cursos -excepto historia- el pasado año no era una medida de excepción sino lo que la gestión consideraba que debía ser la norma, perspectiva amparada en un pragmatismo ofensivo para cualquier trabajador que deba sufrir las consecuencias. El proclamado aumento de bolsillo no oscurece el hecho de que, en términos de situación laboral, este régimen no representa un avance sino un sensible retroceso que sacaría hasta de discusión la modalidad de la inserción de los docentes del curso en la institución –mediante selecciones de antecedentes puntualmente efectuadas, con responsabilidades que se extienden a lo largo del año y se concentran muy especialmente en los meses de elaboración de la propuesta, armado de material, dictado y supervisón del cursillo, etc., a la vez que privados de ciudadanía universitaria en el que sería naturalmente su claustro-.
En el mismo sentido de flexibilización laboral va el mal reglado diseño de equipos de docentes que, a la vez que suprime la figura del coordinador, extiende las responsabilidades del primero de un conjunto de iguales. Igual signo reviste la estimación de los docentes necesarios frente al curso, plagada de deslizamientos en sus sucesivas invocaciones por el HCS, el “Programa” elaborado en nuestra Facultad y la Resolución del HCD. No queda claro por qué, si el HCS pidió efectuar un cálculo a partir del promedio de alumnos ingresantes en lo últimos tres años, el de la Facultad se reduce al del último. Tampoco se entiende por qué ese cálculo se hace considerando alumnos ingresantes a aquellos que concluyeron el cursado y no a aquellos que se inscribieron o cursaron parte del curso, lo que elevaría significativamente la cifra y la necesidad de cargos (por ejemplo, en el año 2006, en el cursillo de Historia se inscribieron 442 personas, 300 de las cuales presentaron algún trabajo y 227 de las cuales hicieron todo el curso e ingresaron a carrera). Dicho defasaje en los cálculos merecería ser explicado, así como la nota al pie que autoriza a tener cursos de 74 personas.

En lo que hace al segundo punto, la improvisación del programa se expresa en su sensible inconsistencia formal y funcional. A la vez, éste traduce un marcado desprecio hacia las especificidades disciplinares.
Como se señalara en un mail anterior, “hay, en primer término, una secundarización grave de los cursos de nivelación respecto del conjunto de cinco puntos que atañerían al nuevo Programa. Dichos puntos manifiestan una absoluta desjerarquización, que homologa el antes intensivo espacio de los cursos a tareas operativas como la información sobre las carreras o a ideas difusas como la implementación de tutorías conducidas por ayudantes. Esta secundarización del costado propiamente curricular y docente del cursillo se expresa en la constitución del equipo permanente, abocado también al sostenimiento de un programa de investigación que, sin ser impugnable en sí, parece desconocer que los cursos pueden funcionar sin un programa de investigación pero no sin docentes, y que la normalización institucional debiera empezar por ahí para llegar a crecer en complejidad y pretensiones”.
En lo que hace al lugar otorgado a las disciplinas, éste se ve menguado por la propia separación entre una planta estable de cinco docentes (desigualmente reconocidos en sus dedicaciones y jerarquizados en sus difusas competencias) que ejercerían una suerte de contralor sobre el desarrollo general de propuestas particulares que, junto con la coordinación por carreras, pierden toda garantía de cohesión a partir de un programa estable. Esto se hace invocando la necesidad de repartir las cuantiosas tareas de la Coordinación General (que tiene una dedicación estable), las cuales –y citamos aquí un documento producido por el equipo de Filosofía “hasta el momento no parecían requerir semejante superestructura, de manera que requiere justificación que se provean cargos y puntos donde no fueron reclamados, y se nieguen allí donde se los había reclamado”. Así las cosas, el porcentaje curricular destinado a contenidos ligados a la “carrera” –que ni siquiera es lo mismo que la disciplina- se reduce a un 25 %, quedando otro 25 para vida universitaria y un injustificable (al menos en cuanto al caos al que se libra su implementación) 50 % destinado al trabajo en lectocomprensión. Respecto de este punto, se desconoce de qué maneras, con qué materiales y en qué medida supervisado por el “especialista” convocado con una adjuntía de semi-dedicación estable. En la medida en que este equipo ha marcado continuamente los problemas relativos a lectura, oralidad y escritura, y sostenido su tratamiento transversal a un programa específico, no podemos menos que encontrar otro enorme salto atrás en esta disposición en que la especificidad disciplinar desaparece y la autonomía de los equipos se ve seriamente comprometida.

Finalmente, la tercera gran cuestión, el curso de este expediente representa un nuevo desorden institucional, y esto por varios motivos. El más notable de ellos es que se realizó absolutamente a espaldas de quienes venían trabajando en los cursos –incluso aquellos cuyas designaciones se verían amputadas por la modificación-, que se escamoteó información, que se distorsionó otro tanto, que la Coordinación General no contestó uno solo de los mails enviados conjuntamente a todos los coordinadores de carrera, en fin. Que la decisión se precipitó faltando absolutamente el respeto a los principales involucrados, que fue votada “sobre tablas por unanimidad” (Res. HCD) sin anuncio alguno y difundida de manera equívoca y harto discrecional.

Lamentablemente, los puntos señalados no agotan las objeciones posibles, plagado como esta el nuevo programa de vacíos, contradicciones y faltas de garantías (muy sensible esto en cuanto a los términos de las convocatorias). Pero señalan los aspectos sustantivos que, por una cuestión de sanidad institucional, aconsejan dar marcha atrás con esta nueva resolución. En ese sentido, consideramos que la resolución del Consejo Asesor de la Escuela de Historia, con fecha 6 de noviembre de 2006, en la cual éste decide “no realizar la convocatoria rechazando el proyecto”, es atinada no sólo por los déficits en que se fundamenta sino también porque expresa la negativa a asumir responsabilidades que correspondían a quienes formularon y aprobaron el proyecto.
Por todo lo expuesto y por lo que viene siendo señalado en notas y mails difundidos por docentes de los cursos de Filosofía, Teatro, Cine, y Plástica, solicitamos:

-Dejar sin efecto la Resolución que aprueba la implementación del Programa de Ciclos de Nivelación
-Proceder, desde las instancias pertinentes, a discutir la dirección de toda modificación de la reglamentación anterior, previa convocatoria de los docentes involucrados y atendiendo a todos los puntos que han sido por estos objetados.

Una nota en el mismo sentido será presentada a la Escuela de Historia para ser adosada al acta de la sesión en que se disponía convocar a reunión a Coordinadores y Decana, reunión que hasta el día de la fecha ha sido suspendida en dos ocasiones y que, virtualmente, se realizaría mañana viernes 10 de noviembre.


Equipo del Curso de Nivelación de la Carrera de Historia 2005-2006


En representación firma: Ana Clarisa Agüero, Coordinadora Docente

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